El Corregimiento de Letras de Querétaro
La jurisdicción queretana tuvo una administración especial debido al conflicto que se generó en 1793 dentro del cabildo de la ciudad de Santiago de Querétaro. Como cabeza del Corregimiento de Querétaro, la ciudad fue el centro de un grupo de nueve curatos, dos en la ciudad y siete curatos más distribuidos en la región.
Durante el reinado de Carlos III, la Corona española implantó en 1786 en la Nueva España el sistema de intendencias, que no incluyó el distrito de Querétaro con la Alcaldía de Cadereyta y Escanela, que formaban una jurisdicción aparte y se integró a la Intendencia de México (Commons, 1993: 28). La jurisdicción queretana tuvo una administración especial debido al conflicto que se generó en 1793 dentro del cabildo de la ciudad de Santiago de Querétaro y concluyó el 29 de agosto de ese año cuando la Corona creó el Corregimiento de Letras de Querétaro, único en la Nueva España, por real cédula del 17 de junio de 1794 y nombró como titular a Ignacio Ruiz Calado.
Como cabeza del Corregimiento de Querétaro, la ciudad fue el centro de un grupo de nueve curatos, dos en la ciudad, el de Santiago al sur y el de San Sebastián al norte, con una ayuda de parroquia en el pueblo de Santa Rosa; los restantes siete curatos eran San Francisco Galileo, conocido como El Pueblito con una ayuda de parroquia en el pueblo de San Miguel Huimilpan, San Pedro de la Cañada, San Juan del Río, Santa María Amealco, Tequisquiapan, San Pedro Tolimán y San Francisco Tolimanejo. La ciudad estaba estrechamente ligada con las haciendas y pueblos que conformaban su región inmediata.
De acuerdo con el Padrón de 1791, en la jurisdicción de Querétaro había 63 haciendas y ranchos. Las haciendas ubicadas en el territorio que comprende la actual Delegación Municipal de Santa Rosa Jáuregui, eran: Juriquilla, La Solana y San Isidro, propiedad de Pedro Antonio de Septién Montero y Austri; San Miguelito, de Melchor de Noriega; Santa Catarina, Buenavista y Monte del Negro, de Francisco Velasco y Bolio; y Puerto de Pinto, de Francisco Aldama (Suárez y Jiménez, 2008: 634).
Los pueblos más próximos a la ciudad, que mayoritariamente estaban habitados por población indígena, eran La Cañada, El Pueblito, Carrillo, Santa María Magdalena y Huimilpan. Santa Rosa no tenía población indígena. La distancia entre Querétaro y dicho pueblo era de casi de cuatro leguas -22 290 metros- (Arvizu, 2008: 113-116).
Al final del siglo XVIII, algunas haciendas eran tan grandes como un pueblo. La de Chichimequillas tenía 570 residentes, de los cuales 331 eran indígenas; además, 25 familias rentaban parte de sus tierras. Las de Jofre y Puerto (de Pinto) eran más grandes: 258 labradores indígenas cultivaban la tierra y había, además, 49 trabajadores; otros 495 indígenas y 665 que no eran indios rentaban la tierra, con lo que el total de la población era de 1 468. Es por ello que muchas de las más grandes haciendas de Querétaro, dieron su nombre en esa centuria a poblados que existen hasta la actualidad, los cuales se formaron a finales del siglo XVIII y principios del XIX (Super, 1986: 43).
La división básica de la administración colonial en el siglo XVIII fue la de partido, que tenía su cabecera y pueblos sujetos; varios partidos formaban un distrito, que tenía una cabecera y en este caso era la ciudad de Querétaro. La vigencia de la Ordenanza de Intendentes no varió la estructura geográfica de la región queretana, que se integró con dos distritos: el corregimiento de Querétaro y la alcaldía mayor de Cadereyta. Formaban el distrito de Querétaro los partidos de su cabecera, San Juan del Río y Tolimán (Jiménez Gómez, 2001: 17).
Durante el último cuarto del siglo XVIII, las autoridades locales eran el corregidor, que desde 1794 fue corregidor letrado al que también se llamó subdelegado- y el ayuntamiento (Jiménez, 2001: 18). El corregidor era el funcionario real que gobernaba el distrito de Querétaro y en él recaían las cuatro atribuciones del poder público: policía, justicia, guerra y hacienda (Suárez y Jiménez, 2001: 17).
La jurisdicción del corregidor de Querétaro incluía los pueblos sujetos de San Francisco Galileo, San Pedro de la Cañada, San Miguel Huimilpan y Santa Rosa; así como a las congregaciones de San Miguel Carrillo y Santa María Magdalena; San Juan del Río y sus sujetos Santa María Amealco y Nuestra Señora de la Asunción de Tequisquiapan; San Pedro Tolimán con sus sujetos San Miguel Tolimán, San Pablo Tolimán, Tolimanejo y Santa María Peñamillera (Jiménez Gómez, 2001: 20).
